Tu última despedida

 

Atrapado en mi orilla,
con los pies hundidos en la arena,
con el alma empapada en pena,
observo tu partida.

Y aunque tu barco partió hace tanto tiempo,
aún veo sobre el horizonte tu largo mástil.
una luz plateada, brillante y frágil,
un farol diminuto meciéndose al viento.

Y como una polilla,
estoy atrapado en esa candela,
aunque no se vea ya ni quilla ni velas,
nada de eso desde mi orilla.

Quien diría que verte partir lento,
desapareciendo metro tras metro bajo el horizonte,
sería aun más doloroso que antes,
cuando para no verte bastaba sólo que soplara el viento.

Y porque sé que no habrá esta vez un regreso,
es que no puedo dejar de mirar tu partida.
Pues sé que es esta tu última despedida,
tú última aventura, el último gran suceso.

Ve en paz, amada mía,
A aquella nueva tierra, a aquel nuevo reino,
quien sabe, quizás pronto nos vemos,
quizás ahora, quizás otro día.

Quizás cuando lo decida,
el tibio lino o el frío hierro,
el calor del plomo, o la caricia del acero,
o el el dulce amargor de una piadosa bebida.

Mas mientras tu luz siga en mi horizonte,
seguiré mirando aquella falsa esperanza,
pues aquella luz es lo último que queda,
mi último fin, mi último norte.

 

Imagen tomada de:

https://pirataconrumboalaluna.wordpress.com/

18 respuestas a “Tu última despedida

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