Donde la luna ya no brilla.
De la luz imperecedera
duermen las semillas
debajo de la tierra.
Yace la esperanza maniatada
en capullos de papel mache y madera,
larvas de una vida pasada,
larvas de otra era.
¿Volverán a elevarse las Actias Luna,
En las noches sin estrellas?
¿Ahora que la Luna ya no brilla,
volverán a brillar ellas?
Duermen los capullos bajo tierra,
cubiertos de rutina y olvido.
Ocultos de la ruina y de la guerra,
Sólo confiando en el Destino.
Dice la profecía de la espera,
de aquellos que el rostro esconden.
«Volverá a remecerse la Tierra,
cuando atraviese el cielo su nombre».
«Se derrumbarán los montes,
se separará el suelo,
brotarán d aquellos que se esconden
sus manos estirándose al cielo».
Cuando se cumpla la profecía,
todo comenzará de nuevo,
Sed, mientras, albores del nuevo día,
encerradas dentro de vuestros huevos.
Sed, mientras, la esperanza escondida
detrás de la máscara del secreto,
Donde la Luna ya no brilla,
donde duermen hasta los sueños.