En la oscuridad una luz brilla,
luego otra más y ya son un par de ojos.
es un brillo rojo, profundo.
de esos que gustan de ver arder el mundo.
la Oscuridad vibra y tiembla,
Y el polvo comienza a resbalar de sus piernas.
las polillas emprenden el vuelo, despiertas,
y en sus ojos encendidos revolotean.
La oscuridad escucha, atenta.
Arriba en la superficie algo escarba,
tímidamente al principio, pero cada vez con más ganas.
El piso de papeles poco a poco se desgarra,
Y jirones de luz, desde el techo, sus dedos alargan.
Más de pronto se oye celestial canto,
y el roer se detiene como por encanto.
La oscuridad se sume de nuevo en su trono.
nada que hacer, salvo seguir esperando…