Suben manos demoníacas,
garras angulosas y bizarras,
largos dedos macilentos y engarfiados,
una palma que se abre y se cierra,
trastabillando en el aire,
buscando aferrarme el alma.
buscando llevarme adentro,
Dónde los sin rostros pululan.
Extremidades innombrables
atravesando el suelo,
buscando mi carne,
desgarrando mi cuerpo.
Uñas, garras, dientes,
colmillos, lanzas, tridentes.
Ensartando mi esencia,
arrastrándome a las profundidades.
¿Es este el precio por las verdades?
¿Es este el precio por decir te quiero?
Si es así pues que me lleven,
Con una sonrisa, yo me entrego.
LA VERDAD ES QUE ESAS NO SON MANERAS
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Jajaja, las hay de muchas.
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Muy bueno, Periko! 😂😂😉
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Y grande el poema, conste que el día de la poesía y eso no fui a clase.
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Me alegro que le guste maestro.
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Amar no es nada malo, es todo lo contrario, por lo que no hay que ser castigado. Hermoso poema. Besos a tu alma.
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Quizás no es castigo, tras todo las apariencias engañan.
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¿Leñe y no hay otra manera de pasar por ello que no sea una pesadilla? Un abrazo.
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Who Knows? a mi que me registren.
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Vaya pesadilla! Deseando despertar… supongo 😀
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La verdad es que no realmente 😉 sino todo lo contrario.
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Reblogueó esto en Directas & Indirectas.
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Afortunada será entonces, aquella que reciba ese «te quiero»…
Muy bonito 🙂
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Who Knows, maybe it’s more like a curse.
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Hermoso poema 🙌🏻
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Me alegra que te haya gustado…
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Siiii hermoso 😘
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Esta vez ha sido Orfeo quien ha sido castigado por mirar atrás, y no la pobre Eurídice 🙂
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Ya lo has dicho Ud, Milord, y se lo han llevado con lira y todo.
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