Lo que queda de nosotros,
de lo nuestro,
lo llevo aquí clavado al pecho,
en un clip enredado
apenas una nota pegada
¿Puedes creer que sigue enganchado?
¿puedes creer que aún esta allí ligada?
A pesar de los terremotos,
a pesar de las tormentas,
a pesar de los tornados.
Sigue ahí clavada,
como si su vida dependiera de eso.
Y tal vez así sea,
o lo contrario quizás,
y sea mi vida la que depende
de ese trozo de memoria fugaz.
Quizás no es él el que se aferra,
con dientes y garras a mi corazón
sino yo el que no lo dejo marchar.
¿será el miedo a que pueda volar?
¿a que no pueda volverlo a encontrar?
No lo sé.
Así que mantendré la mano encima,
de lo queda de los dos.
No se vaya marchar,
no se vaya a caer.
sea a quien sea le cause el dolor.
Reblogueó esto en Escrito en mi corazón.
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Es que hay material de oficina muy, muy bueno.
Y personas consideradas que se tragan su dolor antes que éste salpique a otros.
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Hay que ser egoísta hasta con el dolor mismo ¿no?
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Excelente … me gustó la metáfora del clip… nos aferramos de la misma manera, a los recuerdos… archivos de la memoria y los momentos que valoramos. Quizás sea ésta la manera de eternizarnos: a través de lo que vivimos y revivimos. Feliz 2018! 🙂
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Felicidades de vuelta!… Y sí, viviremos para siempre en los recuerdos de otros. Cómo lei por ahí. «Enamora a un escritor y vivirás para siempre»
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