Ayer te vi de de lejos,
de espaldas al tiempo,
sobre una colina mirabas a lo lejos.
Te veías tan hermosa con tu gorro rosa,
tu bufanda al viento, enmarcada en blanco.
Mirabas al futuro,
y yo no estaba a tu lado.
No vi tu rostro,
no distinguí tu cuerpo.
ni aquel que acompañaba tus momentos.
-Quizás no es ella- me dicen,
-la que mira a lo lejos,
quizás sólo te confundes,
quizás es sólo tu deseo.
Y ¿sabes? Puede ser cierto.
Que no seas tú la que mira al norte.
pero da lo mismo,
la verdad es que ayer te vi de lejos.
Tú la viste, la viste con tu alma y con tus ganas de sentirte cerca de ella. Te felicito, este poema es de lo mejor que he leído tuyo hasta ahora, y mira que tus obras son todas fabulosas. Besos a tu corazón.
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La verdad es que esperaba con ansias tus comentarios. Es un gran logro si tú lo dices. Siéntete libre también de criticar lo malo dando rienda suelta a la crueldad que a mi no me molesta. 😉
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A mí tampoco me importa que me digan lo que hago mal. Gracias, por ahora todo lo que he leído tuyo, me ha parecido fabuloso, no podría decir otra cosa. Besitos.
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Pues si ves algo por ahí que se pueda mejorar… ya sabes 🙂
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Reblogueó esto en Directas & Indirectas.
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Muy bonito. Emana una tristeza contenida, pero un amor sincero. Me ha gustado mucho.
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Si es así como dices ha cumplido con su misión. Me alegra que te guste.
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Relalto pastoral sin pastorcica a la que amar. O de pastor que ama a la dama que mira sin verme. O peor, sin ver conmigo.
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Yep, así mesmo.
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Esas figuras anheladas que en la distancia mueven al deseo inalcanzado e inalcanzable…
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