La sexta,
fue una oda a tu frescura,
Una columna de agua, detrás tuyo,
enmarcando tu dulzura.
¿Dónde estabas vida mía
que tu rostro relucía?
Hubiese dado todo por tomar ese puesto,
de quien tu retrato componía.
El zafiro que te cubría, deslucía,
ante el brillo de tu mirada.
encogida de dicha y delicia,
delicia eres tú, amada mía.
La sexta yace ahora escondida,
resguardada de miradas ajenas,
en el fondo de una carpeta,
junto a lo que del alma mía queda.
Chapó !!! sin palabras me quedé que belleza por Dios 🙂
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Gracias, sobre todo viniendo de un talento como el tuyo.
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Un placer lo mereces 🙂 besos.
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Espera… lo de estar en una carpeta… me lleva a pensar en poemas/recuerdos escondidos, pasados y casi olvidados…
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casi?… ojala… aun falta mucho para el casi. mmm… estuvo especialmente despierto esta jornada Milord.
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Joer, pues eso no sé si se va a volver a repetir hasta el próximo año bisiesto 😀 😀 😀
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Lord Alce el reloj tetranual.
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…O la oda a un retrato guardado en la carpeta de las ánimas perdidas.
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🙂
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Siiii
Lo de PHO me hace pensar en PHOTO 😛
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¿Es esto una alianza inesperada en los dominios de mi mente? No debería gustarme pero lo hace…
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