Eres como la Luna nueva,
durante la noche, sin la luz del sol,
de miradas ajena, tímida, escondida,
ese bello instante es cuando reluces.
Adornan tu cuerpo aquella alba piel,
mil perlas liquidas, surcos plateados.
de tus labios huyen besos y suspiros,
Efímeros, pompas, frágiles mariposas
Eternos, cual tiempo cual la vida misma.
¿Cómo odiar tu calor? ¿aquel etéreo hielo?
¿cómo no adorarte? ¿cómo no temerte?
¿cómo conformarse? ¿como no añorarte?
¿cómo contenerse? ¿cómo aguantarse?
De no volar tras de ti, detrás de tu estela,
y quedarse dormido sobre la fría tierra,
en vez del paraíso que es tu cuerpo,
brillas más Luna nueva.