Golpea el hombre sin rostro
el árbol de los recuerdos,
se vuelven nubes sus hojas
y se dispersan con el viento.
El dolor en cada golpe
se hace manifiesto.
sigue golpeando el hombre
y sigue soplando el viento.
Y aunque desde su colina
no rompe el silencio.
gritan por el las hojas
que se esparcen por el cielo.
cruzando ciudades
cruzando océanos.
delatando a todo el mundo
como se agita su sentimiento.
y golpea nuevamente el hombre
sin saber si allá lejos
alguna mano añorada
ha cogido lo que lleva el viento.