¿Cuánto dura la culpa?
¿Cuánto dura el tormento?
¿Cuánto dura el lamento?
¿cuánto dura la duda?
¿Cuándo cierra la herida?
¿Cuándo el dolor cesa?
¿En verdad alguna vez termina?
¿en verdad deja de arder la afrenta?
Apenas nos mantenemos de pie,
con los corazones hechos pedazos.
Sosteniendo los trozos con las manos,
orando por no caer.
heridos y haciendo daño,
¿acaba alguna vez el ciclo?
¿o seguimos, año tras año,
alargo nuestro suplicio?
Todo depende, pero en los extremos es terrible
Me gustaLe gusta a 1 persona
Precioso!!!!
Muy, muy bello!!!!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias 🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona
La conciencia es más duradera que la memoria. Te lo digo yo, que soy muy despistado, me olvido de todo… menos de mis dolores de conciencia.
Me gustaLe gusta a 1 persona
n_nU… Gracias… creo.
De hecho lo comprendo perfectamente porque caigo en la misma categoría. De esos que no recuerda ni que traía puesto ayer.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Nunca se cura, lo más que puede pasar es que nos queden cicatrices que de vez en cuando piquen y duelan. Poeta, maravilla de versos. Besos a tu corazón.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Para algo que sirvan las cicatrices al menos ¿no? para convertirlos en versos.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Yo no sabría contestar a todas tus preguntas, pero avanzar para que pasen a ser cicatrices no me parece mala idea.
¡Saludos, compañero!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Las cicatrices son importantes, es como un mapa de por donde hemos andado ¿no?
Me gustaLe gusta a 1 persona
Exacto, no habría encontrado un símil mejor que el mapa!
Me gustaLe gusta a 1 persona