Luna lejana

Luna lejana,
a la distancia de una mirada,
te paseas soberana
de nuestros sentimientos.

Te aúllo este lamento,
desde mis tierras baldías,
desde el yermo de mis heridas,
desde el mar de mi sufrimiento.

No ignores mis cantos
la del manto dorado,
no mires al lado,
cuando veas mi sombra.

No ignores mi grito,
entre los bosques perdido,
no escondas tu rostro,
tras cirros desconocidos.

Que una noche sin ti,
es desperdicio,
desperdicio de tiempo
y de sentido.

Luna lejana,
termina tu viaje,
tan sólo un toque necesito.
sólo un rose de tu ropaje.

Luna ilumina mi nuevo día,
dadme tu toque, dadme mi vida,
y al final, querida mía,
regalame al menos tu despedida.

18 respuestas a “Luna lejana

  1. Porque a veces, la Luna ilumina mejor que el Sol más radiante.
    Por cierto que ayer, antes de acostarme, cuando apagué las luces, la hermosa luna creciente se reflejaba en los paneles fotovoltaicos sobre el tejado de mi edificio, y era tan clara la luz (de plata), que me quedé por un rato hipnotizado. SImplemente mirándola.

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  2. La verdad es que hacer cualquier comentario sólo estropearía este momento entre la luna y yo. A simple vista, con telescopio, con prismáticos, siempre ha sido el objeto celeste que más me ha gustado.
    Por cierto, que sigo creyendo que cuerpo debería haber glosado algo así como tercera opción. Hubiese entrado fijo.
    Cuerpo es un flojo, no tiene excusa. Y yo, como vago profesional, sé de esto.
    PS.—Este sábado vamos de observación pública, como todos los cuartos crecientes. Disfrutaré de Selene Iluminante.

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