Tras el mar, un risco,
un salto en el abismo.
Tras el risco, un muro,
tu necesidad de no verme en apuros.
Tras el muro, un desierto,
el desierto de los sueños muertos.
y tú, como siempre, al centro,
un exilio autoimpuesto.
¿Quién te pidió que me cuidaras,
de tus manos y tus besos?
¿Quién decidió que es lo malo?
¿Quién decidió que es lo bueno?
Sólo por cruzar ese camino,
sólo por llegar a ese centro,
me lanzaré a ese abismo.
¿Quién sabe?
A lo mejor vuelo.
No estaría mal que pudieramos volar… antes de darnos un golpe de película cuando nos lanzamos al vacío sin paracaídas. Me gustó leerte. Besos a tu alma.
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Tantas cosas que se resolverían (iba a poner solucionarían, pero no siempre ha de ser así) si contáramos con la capacidad de salvar las distancias con sólo un batir de alas/manos/apéndices volantes.
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Comentario chorras: Pídele el barco a Mecano. Si fue capaz de llegar a Venus, fijo que llega a Atlantis, por muy sumergida que esté. Ahora, cuidado con la ruta, no acabes en R’lyeh, como ya hablamos una vez…
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No sé si eso sería un aliciente o una disuasión… mentira, es un aliciente sin duda.
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