Cuando el cuerpo te reniega
sólo queda alzar el vuelo.
empacar dentro del alma,
cada uno de tus sentimientos.
Los más pesados al fondo,
para que no molesten,
a mano los más ligeros,
para tenerlos a mano.
Y aunque duelan,
consultarlos a diario,
para alimentar la propia esencia,
convertir en vida la pena.
Cuando el cuerpo te reniega
sólo quedar alzar el vuelo,
y dejar que el viento te lleve,
lejos de la tierra, lejos de la carne.
A la Sombra de la Luna 
A veces escribir es una forma de alzar el vuelo y ser alma y no carne. Lo dijiste muy bonito. Mi admiración siempre y un beso a tu alma.
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Y lo único que queda como vía de escape para que las palabras no se acumulen adentro y un día estallen.
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Sí, a veces es esa la sensación, y las palabras nos sirven de desahogo.
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Pon en orden a cuerpo, y quizás evites un viaje innecesario. Pero eso sí, que no te impida escribir.
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Ese trabajo se lo vamos a dejar al tiempo que es el único que podría remendarlo 😉
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Pueden ser los sentimientos un equipaje pesado, pero sin ellos, también es imposible alzar el vuelo.
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Así es, no podemos negar lo que ha pasado. Quizás ocultarlo pero jamas negarlo, estamos hecho de pasado.
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