Loadas sean las letras,
aquellas que esconden nuestra cara,
las que borrando nuestro nombre,
nos dejan soltar verdades,
que de otro modo romperían ciudades,
mundos,
existencias.
Miles de vidas caídas bajo el peso de la verdad funesta.
Loadas sean las letras,
por dejar sacar al aire,
aquello que se acumula con la intención de matarte.
Cuando no puedes, no tienes o no quieres,
contar con la familia,
o con un hombro amigo,
o con el profesional que a cambio de algo nos auxilia,
loadas sean las letras, nuestro textual salvavidas.
Escribir es como cagar. Vale que esta frase debería ser de Edelmiro Páez, pero no deja de ser cierta: echas fuera todo lo bueno y todo lo malo y te quedas a gusto.
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PS.- Como siempre, indudablemente, tú lo has dicho mucho mejor.
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Jajajaja, Gracias por la presencia y por las risas. 😀
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Nada, no me des las gracias, es la mera constatación de un hecho real. —¡Jo!, cómo me ha quedado.—
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