Para Idiotas

Hay gente idiota,
y luego estoy yo.
cantándole a las sombras,
a un hueco en la pared,
a un vacío en un cielo,
cielo de estrellas cubierto.
¿Por qué no podemos gozar la tierra,
cuando el paraíso hemos descubierto?
Perdemos nuestros reinos
por el anhelo del cielo eterno.
Y aunque quizás no sea cierto,
aunque quizás lo real sea solo el desconcierto.
Lo incierto,
de cantarle a la nada,
sin saber siquiera si alguien escucha,
si oyen la balada,
la llamada,
el grito que desgarra el alma
y atraviesa mares de desesperanza.
Hay gente que no aprende,
y luego nosotros.
Que seguimos la Luna anhelando,
mientras seguimos sobre otro astro girando.