Quiero llorar,
sólo para sentir tus manos,
brotar de lagrimas caídas
y acariciar mis mejillas.
Es que de ti estoy tan lleno,
que ya casi no me pertenezco a mi mismo.
¿Que pasará cuando llegué el olvido?
¿Que pasará conmigo?
Sólo soy un cascaron vacío,
lleno de melancolía,
soy tu imagen, vida mía,
y lo que quedó de lo que era mio.
Quizás algún día te apiades,
quizás algún día vengas.
Y sean tus manos y no las lagrimas,
las que alivien el corazón herido.
Mientras tanto te seguiré supliendo,
con lagrimas, canciones y letras.
cada una nacida del recuerdo,
de la agridulce nostalgia manifiesta.
Quizá vuelva, quizá no. Pero hasta entonces, mejor no hundirse en la melancolía…
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La verdad es que ya es un poco tarde para eso :)…
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