Cuantas cosas quisiera decirte
tantas cosas que no puedo,
para no crecer el dolor,
para no crecer el desaliento.
Es por ti que me callo,
y me guardo todo adentro.
Aun así es muy difícil,
no explotar y gritar te quiero,
no volar hasta tu estancia
y envolverte en miles de besos,
robarte el aliento
cual si fuese mi alimento.
Cuantas cosas que me callo,
por temor al desengaño,
tuyo, mio, ya quien sabe.
Se nos fue medio año,
espero no haya quedado sólo el daño.
Aun así cuanto te extraño,
tus murmullos de madrugada,
tu luz sobre mi almohada,
tus distracciones diarias.
Cuantas cosas quisiera murmurarte
al oído en una caricia audible,
decorarte,
el cuerpo a caricias.
Jugar a que soy brisa
que corre sobre tu cuerpo.
Porque no hay peor indigestión que la de las palabras no regurgitadas.
Ya sé que suena soez después de tanta poesía. Pero es verdad.
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Algunos de las mejores poesías que he leído son soecidades puras.
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Reblogueó esto en reneamadorpontazablogy comentado:
porque te amo
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