Se vuelve a elevar,
despliega sus alas para cruzar el mar,
la Diosa Luna,
a su paso provoca su propio pleamar,
y las aguas que mi corazón cubre se elevan sin pensar,
y el agujero en su fondo es inútil,
y el demonio aprovecha de descansar.
La Diosa Luna,
llena las orillas de mi estanque con musas a su andar.
Se volverá a elevar y volverá a las tierras frías,
donde la vi por primera vez,
donde me enamoré,
dónde voló sobre el bosque en llamas,
mientras incendiaba mi corazón.
Donde comenzó este amor,
donde se encendió la pasión.
Ella volará nuevamente,
la estrella del perro viejo a su lado,
escondida. siempre a su lado.
y en un costado,
mi corazón hecho pedazos.
Asciendes como siempre,
aun cuando en mi cielo,
jamas podrás estar más alto.
Cada verso que escribes es mas hermoso que el anterior…vaya don el tuyo. Felicidades 🙂
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Oh, gracias.
Ojala así sea, para que mientras se descienda por un lado se ascienda por el otro.
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Te había perdido la pista: mi torpeza no conoce límites, ni siquiera los del universo.
Ahora volveré a tener mis dosis que, en esta ocasión, además, toca mi astronomía del alma.
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La idea era perderse, y luego reencontrarse, la jugada está completa.
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