Vaga el alma solitaria por el páramo herida,
vaga preguntándose quien fue en su vida.
La memoria ha perdido, los recuerdos la abandonan.
¿Quién fue ayer? ¿Quien es ahora?
Apenas fragmentos destrozados de su mente enferma,
se aferran aun a su destrozada cabeza.
¿Quién?¿Cómo?¿Cuando?¿Dónde?
Aun las preguntas de siempre suenan incompletas.
Vaga herida el alma, rengueando,
mientras, a su paso, tras de si va dejando,
huellas liquidas de lagrimas vertidas
que brotan por las hendiduras de sus heridas.
Vaga el alma confundida, sola y abatida.
¿Habrá sido también así en vida?
¿habrá vagado igual de perdida?
Gira y vira nuevamente, de su destino olvidada,
y mira al suelo anonadada.
¿De quien son esas huellas que avanzan
pegadas a las mías pisando mi llanto?
se pregunta con duda y espanto,
sin saber que son las suyas propias
del camino desandado.
Pues no tiene compañía,
nadie que cura la herida,
una eternidad solo es lo que le espera,
Aun sin saber por que merece esa condena.
Gracias por compartir
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Tal es la pérdida de su memoria que su final será no acordarse de cómo tragar sus propias lágrimas, cuando llegue a olvidar incluso su soledad.
Precioso.
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Benditos sean los que pueden olvidar, que les esta destinada la felicidad.
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