Sobrevivimos desastres,
aluviones y maremotos,
Sobrevivimos incendios,
y grandes terremotos.
Sobrevivimos batallas,
ataques y venganzas,
ignoramos las amenazas,
Evitamos cualquier lanza.
¿quien habría imaginado,
que tras haber sobrevivido a tanto,
Vendría de mi propia mano,
el fatal golpe dado?
El demonio se coló en mi cabeza,
y susurro junto a mi oído.
Si supieras lo que me dijo,
quizás habrías entendido.
Pero ya es muy tarde,
demasiado tarde por que ya no estas.
y en mi hombro el demonio aun ríe,
Solo hay una forma de acabar.
Por eso la lengua me he mordido,
y ya siento el ardor en su garganta.
Que las mismas letras que te mataron,
envenene ahora mi alma.
Adiós demonios, adiós mundo.
No sé si nos volveremos a encontrar.
Solo estoy seguro de una cosa .
de que de «no verte» nunca más.